
Espero tu llamada en cada esquina sonora
revoloteando en mi corazón
aún cuando se que no llamaras.
Te espero llegar de repente
sonriente como tú, sin mirar alrededor
con soltura y sensualidad.
Espero, sentado sin cesar
alcanzando esa inquietud y esa paz
en donde ya no se sabe que esperar.
Te espero cuando tú ya no decidas regresar...